Tenir una porta amb frontisses que grinyolen no és el més còmode ni agradable del món, sinó tot el contrari. És per això pel que avui portem tres formes casolanes d’arreglar les frontisses que grinyolen. Podràs acabar amb el teu gran problema.
Trucos para arreglar las bisagras que chirrían
oli lubricant
La primera opció que oferim és la d’usar un oli lubricant en format d’aerosol. El primer que cal tenir en compte és que l’oli lubricant sempre serà el més recomanat per a les frontisses que grinyolen ja que permetrà que llisquin sense fer soroll. És clar que també és important que l’oli lubricant arribi a totes les cantonades. Per això recomanem fer-ho amb un aerosol.
Aquest instrument, l’aerosol, et permetrà portar l’oli lubricant a tot arreu, vaja, que segur que no es queda cap racó de la frontissa sense lubricar, o almenys aquesta és la idea.
Reparar el perno de la bisagra
Si después de la lubricación la bisagra sigue haciendo ruidos, piensa que es posible que el perno de la bisagra esté en mal estado. Es por eso por lo que te recomendamos desmontar la bisagra entera y reparar el pernio, que también es muy sencillo.
Elimina el óxido y la suciedad
Una vez lo tengas en la mano sabrás si el perno de tu puerta está sucio o tiene óxido debido al paso del tiempo. Si es así, será importante eliminar esa suciedad que hace que las bisagras chirríen.
Para hacerlo tan solo tendrás que limpiar el pernio con lana de acero. Se quitará de forma muy rápida.
Endereza el perno
También es importante asegurarse de que el pernio está recto. Cólocalo en el suelo y fíjate si está recto. Si no lo está, deberás enderezarlo para que quede perfecto.
Una vez hecho esto, tan solo tendrás que volver a ponerlo en su sitio y comprobar que las bisagras ya no chirrían.
Si siguen haciendo ruido, deberás cambiarlas. No hay otra solución. Además, piensa que este tipo de accesorios para puertas no son demasiado caros. No dudes en contactar con un cerrajero experto si no sabes cómo hacerlo.